Cuando el Gobierno de Texas aprobó la ley de aborto, Bumble, una aplicación de citas con sede en Austin, reaccionó de inmediato. La empresa anunció que activaría un fondo destinado al apoyo de los derechos de la mujer.

Muchas empresas importantes se  mantuvieron al margen ante dicha la ley,  pero en Austin, ciudad que se ha convertido en el segundo centro de innovación más importante del país, las consecuencias y acciones en dicho sentido son un poco diferentes.

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“Texas tiene tantas ventajas y, en mi opinión, corremos un riesgo enorme de perderlas ante el clima y conflicto politico que empieza a vivirse.

“Este tipo de (clima) perjudica la entrega y llegada de los mejores talentos posibles” , nos comenta Mellie Price, fundadora de Purposeful Capital con sede en Austin y directora ejecutiva de la Universidad de Texas en Texas Venture Labs.

Actualmente se establecen o se proponen leyes complejas, como la ley reciente que declaró ilegal el aborto después de seis semanas de embarazo y establece recompensas para las personas que informen o declaren sobre aquellas que activan un aborto; o el proyecto que acaba de firmar el gobernador George Abbott para endurecer las leyes de votación, todo esto pone a Austin en una posición dificil para activar la innovación.

Texas y Austin han atraído cada vez más a las grandes empresas y directores ejecutivos de tecnología, desde Elon Musk, quien también guardó silencio ante la ley .

Texas no tiene impuestos sobre la renta para las personas físicas y un costo de vida relativamente bajo.

Pero lo que puede ser bueno para las empresas puede no serlo para sus clientes o empleados. Alrededor del 59% de los estadounidenses y el 62% de las mujeres piensan que el aborto debería ser legal en todas o la mayoría de las circunstancias, según Pew Research. Mientras tanto, un número cada vez mayor de consumidores, especialmente los jóvenes, están prestando mucha más atención a los valores de las empresas en las que compran e invierten o para las que trabajan.

El mayor temor de los progresistas de la comunidad tecnológica es que la ley de restricción de votantes, que ha sido ampliamente condenada, incluso por las grandes empresas y la ley del aborto podrían evitar que los empleados de tecnología quieran mudarse al estado. Aunque el aborto es un tema divisivo, un aspecto particular de esa ley lo hace mucho mas complejo. La nueva ley estableció una recompensa en donde a cualquier persona que demande con éxito a un trabajador de la salud, proveedor de servicios medicos o cualquier persona que ayude a alguien a acceder a un aborto después de seis semanas podría recibir un beneficio de USD 10,000.

Lyft y Uber anunciaron que cubrirían todos los costos legales de sus conductores si llegasen a ser demandados.

El futuro de la tecnología y la innovación, en particular, se basa en atraer a más mujeres y personas de color al sector a medida que las empresas en los Estados Unidos enfrentan una mayor competencia de diversos ecosistemas en otros países.

“El reciente proyecto de ley sobre el aborto podría hacer que las trabajadoras jóvenes sean realmente reacias a trasladarse a Texas”, dijo Nathan Jensen, profesor de política económica del gobierno en la UT.

La inclusión

Lo mejor para Texas y Austin es ser más inclusivos y que la comunidad aborde las disparidades dentro del ecosistema tecnológico, dijo Preston James, cofundador de la incubadora DivInc, con sede en Austin, que se enfoca en incubar nuevas empresas tecnológicas fundadas por emprendedores subrepresentados.

“Todos los datos apuntan a que ser más inclusivos impulsa una mayor creación de empleo y riqueza en todos los ámbitos (personas de color, mujeres).

Los ecosistemas con más diversidad tienen más probabilidades de obtener prosperidad económica . En una investigación de Harvard Business Review los equipos con componentes  inclusivos tienen un 29% más de probabilidades de trabajar colaborativamente. Cuando hay una mejora de inclusión, la asistencia al trabajo aumenta en casi 1 día al año por empleado, según la investigación.

Preston James agrega “Se que la comunidad de Austin tiene buenas intenciones de ser más inclusiva en todos los aspectos de la ciudad sin embargo tengo miedo de que en ese proceso se rompan algunos lazos debido a fuerzas politicas. Sin embargo, si Austin quiere ser realmente una ciudad con un potencial increible en el futuro tendrá que ponerse de acuerdo, aprovechando lo bueno que tiene y lo malo que hay por corregir.”

Compañias como Bumble o Match, con sede en Dallas, estan alentando para hacer donaciones al fondo Lilith y Red Nacional de Fondos para el aborto, pero la tensión entre la posición de Austin como la capital de Texas y su estatus como centro de educación e innovación siempre ha estado presente. Es raro que una ciudad pueda conservar ambas identidades, incluso en el siglo XIX, los esfuerzos por ubicar la nueva Universidad de Texas en Austin generaron enfrentamientos.

En ese tiempo la comunidad le decia a los padres que enviar a sus hijos a un lugar tan cerca de los politicos sería una influencia terrible. Así se registra en la Biblioteca de Austin.

Mantener a Austin diferente

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El reciente cambio radical hacia la derecha en el estado, está ocurriendo a medida que Austin se vuelve más un epicentro corporativo.

Ian Bidot, gerente de programas de Texas Venture Labs recuerda los días en que Austin se sentía más como una ciudad universitaria que como metropoli. Literalmente en la década del 2000 vio cómo se levantaban rascacielos y se instalaban centros comerciales por todas partes.

Se mudó de Austin en el 2009 y al regresar 5 años después la ciudad era absolutamente irreconocible.

Hace unos 20 años esa preocupación de que Austin se convirtiera en una ciudad muy corporativa hizo que naciera en una libreria llamada “Book People” el movimiento “Keep Austin Weird”.

La frase cobró vida propia y rápidamente se convirtió en el mantra no oficial de la ciudad.

Los artistas y bohemios se aferraron al término para sentirse orgullosos de una ciudad que los celebra a través de una extensa escena creativa y musical, así como de formas como SXSW.

“Este espíritu y mensajes se pueden encontrar en todas partes, desde el parachoques de un auto hasta en camisetas que se ofrecen en el Aeropuerto Internacional Austin-Bergstrom” lo comenta Laura Huffman, presidenta y directora ejecutiva de la Cámara de Comercio de Austin. El espíritu local todavía existe – la ciudad todavía está plagada de pequeños negocios o comercios de pies a cabeza – Solo en el 2013, la ciudad tenía 44,163.

“Keep Austin Weird” sigue siendo parte del carácter de la ciudad pero algunos dicen que Austin ha cambiado tanto que dicho espiritu rebelde se ha ido desvaneciendo. Whole Foods, que alguna vez fue un pilar de la contracultura, ahora es propiedad de Amazon. Dell, que alguna vez fue un innovador en hardware, es ahora la 28ª empresa más grande de EE.UU.

El estado de Texas ha calificado su capacidad para atraer talentos y empresas como el Milagro de Texas. Sin embargo dicha imagen de prosperidad no es la misma para todos los tejanos, las minorias negras y latinas continúan luchando para encontrar dicha oportunidad y prosperidad.

Una comunidad occidental que crece.

El centro tecnológico de la ciudad ha estado en ebullición desde la década de 70s. Muchos atribuyen ese momento al presidente de la UT Business School, George Kozmetsky, quien abogó por políticas que permitian a la escuela comercializar sus desarrollos intelectuales. Esto llevó a que el fabricante de electrónica militar Tracor, creado por UT, se convirtiera en la primera IPO de Austin en 1976, lo que a su vez hizo que llegaran enorme flujos de dinero e inversionistas a la ciudad desarrollando profundamente el ecosistema.

La ciudad, al igual que otros centros tecnológicos regionales, se benefició a medida que Internet se hizo más accesible. Desde entonces, más empresas con fondos de unos pocos millones de dólares han entrado con diferentes participaciones en Austin proporcionan a la ciudad los recursos necesarios para respaldar sus innovaciones. Pero fueron las primeras décadas de base tecnológica las que permitieron que el centro se convirtiera en lo que es hoy.

Al mismo tiempo,  la ciudad esta ganando posicionamiento logran atraer a enormes talentos. Entre ellos se incluyen Musk y Tesla, que podrían generar 10,000 nuevos empleos,  Oracle, que trasladó su sede a la ciudad a fines de 2020 o  el Parque Tecnológico de Apple junto con el terreno para albergar el Centro de Innovación de Defensa de las Fuerzas Armadas de EE.UU.

El crecimiento de su población se ha triplicado, pasando de 350.000 personas en la década de los 80s  a cerca de 1 millón actualmente.

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“Mas que una reacción al crecimiento o politica de la ciudad, la molestia viene hacia la subida de precios en vivienda, costo de vida y tráfico”  indica James, “por lo tanto se trata de todo menos de tecnología”

La identidad es escencial

Cuando James se mudó por primera vez a Austin desde la ciudad de Nueva York, la cultura era muy diferente por lo tanto tuvo que aprender lo que es  “Keep Austin Weird”. “Es una sensación extraña que atrae lo mejor de ti pase lo que pase, es totalmente asombrosa y no quieres que nunca se pierda o se vaya”

“Texas ofrece unas ventajas increibles para las empresas pero la “magia” ocurre en Austin y por eso las personas quieren vivir acá”, dice James.

Los grandes ejecutivo podrían vivir en cualquier parte del mundo pero elijen Austin por su calidad de vida. En lugar de utilizas trajes, la mayoria de sus habitantes optan por sandalias y sudaderas. El ecosistema es muy activo y siempre esta en la mejor disposición para ayudar y conectar con nuevos emprendedores. Es una cualidad innata de Austin.

“Austin sigue siendo una ciudad llena de gente que se siente realmente cómoda nadando contra la corriente”, dijo Newsum.

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